DR. EMILIO ROBLEDO CORREA

 

La historiografía nace en Colombia con la Independencia. Es después de ese hecho que surge el afán y gusto por saber y leer del pasado. Nace con obras como la "Historia de la Revolución de Colombia" de José Manuel Restrepo o "Memorias Histórico Políticas" del General Joaquin Posada Gutiérrez. Estas obras fundacionales no están exentas de contradicciones debido a que hay una ruptura total con la aún más frágil inquietud de pensar el pasado en la Colonia. Las obras de Juan de Castellanos, Lucas Fernández de Piedrahita o la de Rodríguez Freyle representan un conjunto híbrido muy complejo que no alcanzan el calificativo.

Muchas de las obras redactadas a lo largo de la Colonia no fueron siquiera impresas y por ende carecían de lectores locales, quedándoles vetadas aportar a una identidad "nacional", asunto ahora sí crucial dentro de la historiografía surgida con la Independencia. Este fenómeno es válido para toda la historiografía hispanoamericana. Surgirián, muy a final del siglo, nuevas tendencias dedicadas a otros temas, aparte de la epopeya independentista. El interés en los tiempos españoles tendrá un resurgir así como nacería una historiografía indigenista. Los campos de estudio adquirirán una cabida mayor y más acorde con la "realidad" del país.

Este impulso llevará a fundar la Academia de Historia de Colombia en 1901 y como reflejo de esta iniciativa, se reunirán los interesados en la historia de las provincias, en centros de estudios históricos como el de Manizales, fundado precisamente por el médico Emilio Robledo y otros, en 1911.

Con estas iniciativas tendientes a dotar de centros de estudio a las provincias la historiografía aportó mucho para perfilar las identidades regionales, identidad que los habitantes intuían pero no habían formulado, faltaba ponerla por escrito después de una concienzuda investigación y documentación.

La obra del médico Robledo se puede dividir en cinco aspectos a través de los cuales este pensador trató de dilucidar la identidad de su región y del país.

La primera está a favor de la actuación política de España en América; una obra como "Vida del Mariscal Jorge Robledo" (1955) resalta los hechos de la conquista, especialmente las que tienen que ver con la zona de influencia de su patria chica que fueron los departamentos de Caldas y Antioquia. A un dramático conquistador menor, como Jorge Robledo, a través de una minuciosa investigación, basada en documentos que él hizo buscar en el Archivo de Sevilla, lo perfila sin tomar distancia crítica del hecho que la entrada de España en América da origen a nuestra cultura, pero a la vez significó la muerte gratuuita de la población original. Su atención se centra en la pujanza "civilizatoria" de la conquista que sobradamente extinguió a otras culturas sin mayor reparo tratando con cierto desprecio a los indígenas y especialmente a la población africana presente en América debido a la esclavitud. Robledo como muchos pensadores de la época pertenecieron a la corriente neo hispanicista ciega para la identidad meta americana. Si bien ellos biológicamente no participaban de un mestizaje biológico, incluyendo físicamente en ellos los otros dos genomas, centrándose mentalmente solo en el europeo, no fueron capaces de ver que el país es un país mestizo, que la identidad personal de ellos no era suficiente para ofertarle al país una robusta historiografía, que hubiese superado ese elemental lastre. La fundación de Anserma, Santafe de Antioquia y la primera Cartago por el español, poblaciones que el abandono iba a esconder por siglos, despertaron el interés de Robledo para rescatar su historia española a una región que empezó a ser colonizada exactamente después de la salida de la monarquía española.

Dentro de este parámetro se puede considerar la obra "Bosquejo Biográfico del oidor Juan Antonio Mon y Velarde" (1953) que incluye un asombroso anexo documental sobre el oidor Mon y Velarde funcionario español que en elevado por Emilio Robledo y sus seguidores al cargo de "Regenerador de Antioquia" y por ende facilitador de la colonización antioqueña. No surge mayor inquietud en el galeno historiador que fue Mon y Velarde el Fiscal encargado en la causa contra los líderes comuneros de 1781. No tuvo empacho el oidor de aplicar tortura a su acusados para perfeccionar las confesiones que sustentaran su acusación y posterior condena.

Dos fenómenos, característicos del gobierno de los reyes de la casa Borbón en América (1700-1819), donde un ideario ilustrado hacia presencia y a la vez se regía por un gobierno absoluto que le imponía despóticamente cargas fiscales a una población extremadamente pobre, no fueron descifrados por Emilio Robledo y su época.

El otro pilar de la obra de Emilio Robledo está representado en su amor por la lengua castellana. Sus varios tomos de "Un millar de Papeletas lexicográficas relativas a los departamentos de Antioquia y Caldas" y estudios como "Acotaciones Lexicográficas entresacadas de las obras de Cervantes" o "Leyendo a Cervantes" defienden y resaltan el idioma que dejó España en América.

El tercer lugar lo asume su interés por otro de los bienes que implantó Castilla en América: la religión. Con su biografía sobre "La vida ejemplar de Monseñor Manuel José Caicedo" (1948) Robleldo defiende las actuaciones de este caracterizado hombre de la Iglesia y redondea su cosmovisión donde España es el origen de todo bien.

Es curioso que Emilio Robledo dedicase tan poquito interés en el tema de la Independencia, sobre Bolívar existen de él unos pocos artículos para revistas carentes de peso; al parecer el hombre que nos conquistó con la palabra y las armas a una nueva fase de vida, la Independencia de la matriz española, poca simpatía podía despertar en un hispanicista.

La quinta esfera y la más prolífica de la obra de Robledo la constituyen sus trabajos médicos y científicos donde este hombre fue líder de la vanguardia médica en lo concerniente a tecnológica y concepto. Fue Robledo el primer hombre que trajo un microscopio a Manizales después de sus estudios en Francia e Inglaterra entre los años 1905 y 1907. Fue Robledo el primer médico en hacer una cirugía compleja respetando todos los parámetros de higiene en Manizales. Como ejemplo se podrían citar los publicados en la "Revista Nueva" (1904-1907), de la cual hacia parte del consejo editorial integrado por sus fundadores: "Los Rayos N y el Actinium" y "El Paludismo en Colombia".

 

Como político de filiación conservadora, actuó en el republicanismo, ejerciendo la Gobernación de Caldas entre 1910 y 1914. Fue Robledo como Gobernador, fundador y soporte de dos importantes hechos que le dieron un especial perfil al recién creado Departamento: la fundación del Instituto Universitario de Caldas, plantel que le brindó a la ciudad de Manizales y al departamento formar sus jóvenes para poder acceder a uan carrera universitaria; y la creación de la Imprenta Departamental compando las respectivas máquinas.

 

El primer libro editado por la Imprenta Departamental fue su "Geografía Médica y Nosológica del Departamento de Caldas" texto que fue auscultando la historia de la región y aportando estadísticas sobre la forma de vivir de los caldenses.

 

Otro importante texto, no escrito por él, pero completamente influenciado por él y su amigo Tulio Ospina, fue "La Colonización Antioqueña en el Occidente de Colombia" (1950) escrita por el joven geógrafo norteamericano James Parsons.

 

Este clásico de la historiografía imprimió otro estándar de la investigación y por ende conclusiones referentes a la historia regional. Todas las maduras ideas de estos dos prohombres fueron vertidas en conceptos y argumentación "científica" por el joven geógrafo.

 

Había nacido Emilio Robledo Correa en Salamina el 22 de agosto de 1875 y murió el 18 de octubre de 1962 en Bogotá, siendo sepultado días después en Medellín. Hay sobre el Doctor Emilio Robledo una amable biografía redactada por Jaime Sanín Echeverri del año 1963.

 

Elaborado por: Pedro Felipe Hoyos Körbel.

 

 

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